Bien, pues desde aquí dentro yo os digo: lo realmente complicado no es saber con qué sueña un bebé dentro de su madre, sino cómo puede saber cuándo es un sueño y cuándo es real.

Ya tengo los cinco sentidos en funcionamiento, así que puedo ver el mundo líquido que me rodea, saborear el líquido amniótico que trago, sentir el tacto cuando me chupo el dedo y oír el corazón y la voz de mamá.
Ayer soñé que me bañaba en el mar, otra vez. Como el otro día, estaba frío, hacía sol, las olas nos golpeaban y mamá se reía todo el rato. Fue un sueño muy intenso, muy real... ¿o fue real? Cuando papá me canta y me habla, ¿es él, o lo estoy soñando? Aquí dentro casi todos los días parecen iguales, y si encima los empezamos a confundir los sueños con la realidad...
La única realidad es que ya mido unos 47 centímetros y sobrepaso los 2 kilos de peso, y que esto se está poniendo cada vez más estrecho.
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