
El otro día fuimos a pasar la "Nochevieja" a una casita, en un pueblo pequeñito en mitad de la montaña. Había más nenes y una hoguera y todo el mundo hablaba mucho, y cantaban y reían. De repente se volvieron locos, se pusieron unos gorros y unas cosas en la cabeza y gritaban. A mí también me pusieron unas cosas en la cabeza pero no entiendo muy bien por qué. Me da igual, porque todos me hacían caso y me hablaban y a mi eso me gusta y me río yo también, sobre todo cuando hay más nenes pequeños como yo. Me gustan mucho los nenes, voy a ver si aprendo a hablar y a gatear para poder jugar con ellos yo también.
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